Consultorio Psicopedagógico

Consultorio Psicopedagógico
Pablo Aranda Manrique Psicopedagogo

Evaluación Psicopedagógica


Los procesos de aprendizaje entre los 3 y los 6 años de edad requieren ser medidos en estándares adecuados respecto a la madurez escolar, de tal manera que garantizan procesos de madurez en los niños y niñas que deben iniciar la lecto-escritura y el cálculo. De esta manera se procede a verificar los pre-requisitos que se requieren para el dominio de la lectura, la escritura y el cálculo, por esto será necesario que los padres de familia, se interesen en consultar al especialista en psicopedagogía de tal manera que asegure el buen desarrollo del aprendizaje en la primaria.

Es necesario que los padres de familia que tienen hijos que van a registrar a sus hijos al primero de primaria que consideren que el aprendizaje en el nivel inicial debe preparara a niños y niñas en la prelectura, preescritura y precálculo, es importante que también se preocupen por que el desarrollo social esté acorde a la edad, de tal manera que asuman roles de  seguridad e independencia para su edad. Estas características proporcionaran a niñas y niños las herramientas necesarias para el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo. 

La evaluación psicopedagógica en esta edad de los 5 y 6 años proporciona además algunos lineamientos que los padres de familia con ayuda de los maestros podrán asumir para mejorar o asegurar estos procesos educativos que no solamente dan las condiciones para el aprendizaje sino que proporcionan un panorama prescriptible a cerca de los hábitos de estudio que los niños y niñas deben adquirir para los procesos de enseñanza aprendizaje.

Pablo Aranda Manrique
PSICOPEDAGOGO
Tel. 591 - 2 - 281623 Cel. 72593233
La Paz - Bolivia

LA SOBRE PROTECCIÓN DE LOS HIJOS

LA SOBRE PROTECCIÓN DE LOS HIJOS
La permisividad:
·  La permisividad es la comodidad del momento, trae muchas incomodidades posteriores, hay padres que mantienen una ignorancia culpable de lo que hacen sus hijos.
·  Cada vez que se es indiferente con nuestros hijos, en el lenguaje subliminal (lo que no se dice pero se siente), ellos está pensando que no nos importa.
·  La permisividad, es lo más cómodo en el proceso educativo: “para qué discuto con mis hijos ... mejor les doy permiso...”.
La sobreprotección
·  Transmite a nuestras estrellitas desconfianza y les impide aprender a resolver problemas y a tolerar el fracaso.
·  Hay que permitirles a nuestras estrellitas que corran ciertos riesgos para que aprenda a resolverlos, para que tenga mejor autoestima, le ayuda aprender la tolerancia al fracaso.
·  La sobreprotección y el mimo en exceso, fomenta la dependencia y la incapacidad del hijo. Se considera al hijo un “apéndice” del padre, y no una persona individual con sus propios retos, su propia vocación y misión en esta vida.
·  La sobreprotección enseña al hijo, como “salirse con la suya”, dirigiéndole unas cuantas lágrimas a los padres.
·  Muchos padres son blandos, sobreprotegen o ceden ante el riesgo de que el hijo les niegue su afecto.
¿Cuándo Sobreprotegemos?
·  Cuando damos al hijo más ayuda de la que requiere
·  Cuando resolvemos problemas que él sólo podría resolver
·  Cuando pensamos por él o decidimos en su lugar
·  Cuando hacemos su tarea o sus obligaciones, con tal de no discutir o de no recibir de sus manos malas calificaciones.
·  Cuando no lo dejamos correr riesgos razonables e incluso cometer equivocaciones para experimentar en cabeza propia.
Ceder después de decir “No”.
·  El “No” es inegociable, antes de decirlo piense bien porque no hay marcha atrás. El “Sí”, si es negociable
El autoritarismo
·  Los padres autoritarios buscan en el fondo dominar, imponerse. Les gusta sentir el placer de que ellos pueden más que sus hijos. Bajo una apariencia de firmeza, de rigidez y una fortaleza virtuosa, pretenden esconder una falta de razonamiento y argumentación. A la larga los hace ver ante sus hijos, como personas necias y déspotas.
·  El autoritarismo no deja crecer a nuestras estrellitas, no se hacen creativas y no aprenden a tomar decisiones.
OJO: Cuando un padre o una madre ejerce una autoridad impositiva, logra un control temporal sobre sus hijos, el resultado será:
1.   Hijos sumisos, sin personalidad y dependientes
2.   Hijos rebeldes, que rechazan violentamente los valores y estilo de vida de los padres.
3.   Seres falsos que aparentemente se someten, pero hacen todo lo contrario a lo que la familia les impone, cuidando sólo no ser descubiertos.
Falta de coherencia entre padres
·  La educación no depende de nuestro estado de ánimo: “si hoy está mal rayar la pared, mañana y siempre estará mal”.
·  Es muy importante la misma coherencia entre ambos padres.
·  La incongruencia se manifiesta cuando exigimos a los demás lo que nosotros mismos no hacemos.
·  La inconsistencia, cuando los demás no saben a qué atenerse, porque nuestra exigencia o tolerancia depende de nuestro estado de ánimo, a veces papa da una norma y la madre la levanta, no se ponen de acuerdo ambos y se desdicen.
·  Ser padres significa crecer junto con los hijos, ser mejores cada día. “Predicar con el ejemplo, no solo con palabras”.
·  Reconocer oportuna y discretamente nuestros errores y defectos, pidiendo perdón y ofreciendo disculpas, pero sin buscar pretextos ni “justificaciones”.
No cumplir la promesa ni las amenazas
·  Cada promesa o amenaza no cumplida es un pedazo de autoridad perdida.
No negociar
·  Implica rigidez e inflexibilidad, supone autoritarismo y abuso de poder y por lo tanto incomunicación. Después, lamentaremos que, en la adolescencia, se rompan relaciones entre padres e hijos.
No escuchar
·  Se quejan de que sus hijos no los escuchan, y ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer…
Gritar
·  Lleva al abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima, los niños se acostumbran a los gritos y cada vez hacen menos caso a ellos.
·  Atropellamos a quienes están sujetos a nuestra autoridad, cuando un hijo pasa por una etapa difícil de inseguridad o depresión, sin darnos cuenta le negamos la comprensión, el apoyo y el aliento que necesita para seguir adelante.
·  Atropellamos cuando pretendemos “corregir” con palabras humillantes o insultos, cuando usamos una ironía que ridiculiza, cuando agredimos con la razón haciendo sentir al hijo “tonto” o incapaz de pensar por sí mismo, cuando ignoramos sus logros, tal vez modestos, pero suyos, cuando no participamos de sus triunfos, cuando descalificamos sus sentimientos por “infantiles” y cuando a alguno le ponemos etiquetas negativas por un error o conducta inadecuada.
NO DEJARSE MANIPULAR
·  No ceder al chantaje y la manipulación de los niños que quieren obtener lo que desean en base a llantos y berrinches.
·  Los niños creen que es la forma de comunicarse, en base a gritos, llantos y terquedades, los padres que aceptan hacen de esta manera de negociar algo habitual.
·  Se requiere tener un horario para todo, se requiere mantener una coherencia en las actividades diarias.

·  Implica separarse de las personas que no permiten que los padres sean responsables de la educación de sus hijos, como los abuelos, los tíos, hermanos mayores y otros que asumen el rol inadecuado de intervenir en las normas que ponen los padres, únicos responsables de la formación de sus hijos.